“Crianza natural”

Es importante entender que cada niño y niña es único y que no existe un manual de instrucciones universal para la crianza. La crianza natural busca honrar esta individualidad, y alentar a los padres y madres a confiar en sus instintos y en su conocimiento de sus hijos e hijas para guiar su educación.

Además, la crianza natural promueve la conexión emocional y el apego seguro. Esto implica responder a las necesidades emocionales de nuestros hijos e hijas de manera sensible y empática, y fomentar un ambiente de amor y respeto mutuo. También implica permitir que los niños y niñas expresen sus emociones de manera libre y segura, y validar sus sentimientos en lugar de minimizarlos o ignorarlos.

La crianza natural también aboga por la salud y el bienestar físico de los niños y niñas. Esto incluye alimentación saludable, tiempo al aire libre, ejercicio físico y limitar la exposición a pantallas y tecnología. La idea es permitir que los niños y niñas desarrollen un estilo de vida saludable desde una edad temprana.

La crianza natural es un camino de autoconocimiento tanto para los padres y madres como para los hijos e hijas. Al respetar y honrar la individualidad de nuestros hijos e hijas, aprendemos más sobre nosotros mismos y sobre lo que significa ser padres y madres. Al mismo tiempo, nuestros hijos e hijas aprenden a conocerse a sí mismos, a confiar en sus instintos y a vivir de manera auténtica.

La crianza natural es un desafío, pero también una oportunidad para crecer y aprender. Es una invitación a vivir plenamente, a estar presentes en cada momento y a disfrutar de la maravillosa aventura que es criar a un ser humano. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de elegir el camino de crianza que consideremos más adecuado, y el camino de la crianza natural puede ser una opción valiosa y enriquecedora para muchos.

Si no te sientes bien recuerda que lo más importante es plantearse acudir a un profesional de la salud.